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Las superautopistas para bicicletas en Copenhague se convierten en un referente mundial



A estas alturas en la mayoría de las pequeñas y medianas localidades, así como cada vez más en las grandes ciudades ya es algo relativamente cotidiano, el que como usuarios de bicicletas ya tengamos a nuestra una disposición una red de carriles bicis o ciclovías. Cuya infraestructura nos garantiza el poder desplazarnos con relativa seguridad cubriendo, al menos aquellos trayectos cuyos destinos son los más relevantes dentro de la ciudad. 


Esto que se puede considerar que a día de hoy, forma parte de nuestro paisaje urbano. Sin embargo tuvo un titubeante inicio entrada la segunda mitad del siglo XX, teniendo sus primeras encarnaciónes en ciudades pioneras sobre todo del norte de Europa como Ámsterdam. Siendo la ciudad en las que las políticas relacionadas con la diversidad en términos de movilidad se acaba convirtiendo en la encarnación de un paradigma y en el reflejo donde después de más de cinco décadas de proyectos y trabajo continuado. 


Se quieren mirar cualquier otra ciudad que tiene como aspiracion implementar con más o menos éxito un sistema de movilidad funcional que apuesta por las muchas y diferentes alternativas que existen a día de hoy al uso desproporcionado del vehículo privado. Aunque también hubo otras grandes concentraciones urbanas como la no muy distante ciudad de Copenhague capital de la Dinamarca que poco después y aunque de forma más timida en su primeras fases, finalmente incorporó de forma masiva el uso de la bicicleta entre sus ciudadanos. 


Cómo medio de transporte referente y principal en la ciudad, en una primera se urbanizo y equipo con equipamientos, además de añadir la señalizacion necesaria en el centro de la ciudad. Como para que transcurrido un tiempo la presencia de la bicicleta se haya hecho prácticamente omnipresente, relegando a un plano muy secundario a los vehículos de motor, cuya alta densidad habían provocado consecuencias catastróficas en términos ya no solo de observarse unos altos índices de contaminación. 


Con el consiguiente impacto medio ambiental y el déficit económico que tuvo sobre las arcas municipales, sino en también en el ámbito de la salud, aumentando la incidencia de las enfermedades cardio-respiratorias. Compartiendo el espacio público, si cabe con una oferta de transporte público que lejos de ser una competencia, se ha convertido en un complemento a partir de lo que se ha construido una de los entramados de transporte público más eficientes y sofisticadas de Occidente. Un éxito en casi todos los aspectos de gestión que ha propiciado, que sus gestores se hayan planteado nuevos retos. 

El carril Snake forma parte de las super-autopistas que une la capital con las localidades cercanas


Desafios cuyas apuestas son mucho más ambiciosas y que pasa por incorporar las localidades que forman parte de su área metropolitana a su red de carriles de bicis ya existente. Esta fase que tiene su punto de arranque coincidiendo con el inicio de la segunda década de este siglo, con la planificación y construcción de las primeras vías radiales, las que por aquel entonces presentaban una afluencia de usuarios muy discreta, bajos índices de tráfico que incluso hicieron temer por su fracaso. 


Dinámica que afortunadamente se acabó invirtiendo al poco tiempo fortaleciendo la red con la incorporación de localidades más densamente pobladas como Albertslundruten a través de la ciclo vía C99, abierta en 2012  y una segunda ruta que unió la capital a Farumruten a través de la ciclovia C95 en 2013, anillo de ciclovias que se completo con la ciclovia de casi treinta kilómetros que une Copenhague con la pujante Ishøjruten. Una actuación de gran embergadura que implicaba un cierto riesgo, pues el grado de inversión tanto en gestión y mantenimiento requería un retorno principalmente en términos de aceptación y uso. 


Con unas cifras que en este caso no se hicieron esperar produciendo un importante un aumento en el número de viajeros: en promedio, una superautopista ciclista ha supuesto un aumento en el número de ciclistas en un veintidos por ciento entre semana en la red general. Pero si hacemos un análisis de uno de los trayectos secundarios como es el que une a la capital con Farumroute, donde el trayecto medio es de catorce kilometros, se ha producido un aumento del número de ciclistas en un 68 % desde que la ruta se convirtió en una superautopista ciclista en 2013. 

 

En 2021 se alcanzaron los ciento setenta y cuatro kilómetros de superautopistas ciclistas repartidas en nueve rutas, con un objetivo final de 850 km que abarcaran un total de cuarenta y cinco líneas.


Temino este de superautopista que empezo ha concebirse en aquella primera época y que ya se usa de forma coloquial, habiendo sido adoptado por los urbanistas y los asesores en movilidad al cargo de su gestion. Cuyo vocabulario lo ha incorporando trasladandolo al conjunto de una ciudadanía ya de por sí concienciada con el uso de la bicicleta como medio de desplazamiento en sus trayectos diarios. 


Ya sea aquellos usuarios que usan la bicicleta de forma casual, como aquellos que las emplean para dirigirse a su puesto de trabajo en el centro de la ciudad o en a algún punto intermedio. Habiendo supuesto todo un acicate y revulsivo para un distrito que incluso había perdido parte de su atractivo comercial. Aparte de que los diferentes baremos que miden tanto la contaminación acustica, como sobre todo la contaminación medio ambiental habían hecho saltar todas las alarmas. 


Y es que una ciudad sin gente es una ciudad muerta. La multitud es un signo esencial de la vida urbana. Una ciudad viviente es la encarnación de la gente que la habita. Llenan sus calles y sus espacios públicos; penetran en ella cada día, para encontrar lo que tiene que ofrecerles la ciudad. Las multitudes vienen a trabajar o a estudiar. Vienen a la ciudad para que las curen, o para que las entretengan, una ciudad puede proporcionar consuelo y compañía.


A las mejoras sustanciales en movilidad hay que añadir una mejor salud física y social


Por eso desde 2019 se viene trabajando en la ampliación de las superautopistas exclusivas para bicicletas, llevando actuciones que abarcan la región del Capitol, designación administrativa promulgada en 2107.  Siendo el territorio que comprende el noreste de la isla de Selndia, abarcando las municipalidades de Copenhague y  Frederiksberg más el municipio regional de Bornholm, en la isla homónima. Su capital es la ciudad de Hillerod, pero su ciudad más poblada es Copenhague, la capital del país, con más de 500.000 habitantes.


En total se han incorporado  treinta municipios que se unen para crear una red de superautopistas ciclistas que brinden mejores condiciones para los usuarios en bicicleta y alienten a aún más a más personas a elegir la bicicleta. Según las estimaciones de los responsables del diseño de las superautopistas ciclistas podrían aumentar el número de viajes en bicicleta en el conjunto de la red hasta aumentar los seis millones. 

Mapa radial donde se recoge la red de superautopistas en funcionamiento en 2018


Convirtiendo al proyecto en un nodo de cooperación clave en el desarrollo de una economía en plena transición donde la movilidad sostenible es una pieza clave. Una de las ultimas ampliaciones a esta red radial fue a lo largo de 2020 cuando se inauguró la Farum-Allerødruten. Está previsto abrir otras siete rutas en los próximos años. En total, se han planificado más de 60 rutas en la región de Copenhague, con una longitud total de más de 850 kilómetros de superautopista ciclista, por lo que al final estarán operativas cuarenta y cinco lineas. 


En el diseño del mobiliario también se han modificado algunas señalizaciones con el propósito de mejorar algunos aspectos de la circulación. Para asegurarse de que las superautopistas ciclistas se desarrollen teniendo en cuenta las necesidades del usuario, una ruta ciclista debe cumplir con un conjunto de medidas de calidad para ser categorizada como una superautopista ciclista. 



Los planificadores urbanos de otras ciudades similares están mirando a Copenhague mientras fomentan el ciclismo en su lucha contra las carreteras congestionadas y las emisiones de carbono



Las superautopistas para bicicletas brindan a los viajeros comodidades hasta ahora ausentes como bombas de aire, intersecciones más seguras, balizas verdes y semáforos, así como tramos cronometrados y que midan la velocidad promedio del ciclista. Además toda una  iconografia que aparte de traducirse en aspectos prácticos a efectos circulatorios como que las rutas esten debidamente acondicionadas, así como puntos de señalización naranja en el asfalto, lo que facilita la orientación de los usuarios. 


Desarrolla todo un marcó cultural cuyo fermento fortalece un vínculo de respeto medio ambiental entre el usuario de la bicicleta y su entorno. En el que los aspectos económicos y estadísticos son también un factor determinante a la hora de contemplar un futuro, donde se puedan abordar proyectos aún más ambiciosos que incluyan en su gestación a los diferentes agentes sociales, asi como productivos y economicos. 


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En este sentido un análisis socioeconómico del impacto de las superautopistas ciclistas en la Región Capital de Dinamarca desde 2018, muestra que la inversión en infraestructuras ciclistas en la construcción de superautopistas ciclistas tiene muchos más beneficios económicos que perjuicios. Siempre y cuando se tengan en cuenta una flexibilizacion en los plazos de retorno. En total se estima que cuando se complete la red en su totalidad alcanzando las cuarenta y cinco líneas, generarán un superávit socioeconómico de 765 millones de euros. 


Para llegar a esta valoración nada optimista, se han analizado parámetros cotidianos como la mejora de la salud debido a la actividad física regular que supone los desplazamientos en bicicleta, así como en términos laborales constatando como la cantidad de días de baja se reducen drasticamente por enfermedad. Y lo que es más importante los gastos derivados de la atención en carretera por atascos y congestiones del tráfico motorizado prácticamente desaparecen.

Vennbahn, una via verde con historia en el centro de Europa


Cuando como cicloturista en Europa se piensa organizar algún tipo de ruta ciclista de gran envergadura lo primero que se nos viene a la cabeza y a lo primero que recurrimos es a la extensa red de ciclovias y carriles bicis que conforman la Eurovelo en sus diferente rutas. 

Considerada la mas grande en el mundo se trata de una red que se amplia cada temporada añadiendo nuevas infraestructuras y mejorando el estado de aquellas que presentan peores condiciones, siendo en su conjunto utilizadas por decenas de miles de viajeros.

Que han decidido usar la bicicleta como medio de transporte por el que desplazarse recorriendo y llegando a casi cualquier rincón del viejo continente, descubriendo lugares que por otros medios se experimentarían bajo otro prisma o a los que simplemente seria imposible llegar.

Pero no todas las rutas que se pueden realizar en territorio europeo implica necesariamente optar por desplazarse por alguno de los tramos del Eurovelo, si uno explora un poco puede llegar a
disfrutar de recorridos donde la naturalezaes el principal aliciente.  


PAISAJE E HISTORIA EN BICI EN EL CENTRO DE EUROPA
 
Donde ademas de disfrutar contemplando paisajes naturales extraordinarios y que te dejaran con ganas de ver mas, sino ademas podras acceder a todo tipo de servicios, que como ciclista agradeceras, haciendote mas comoda la travesía.

Aunque la ruta de Vennbahn no es que destaque precisamente porque presente un terreno cuyas características sean muy exigentes, mas bien podríamos considerar que los diferentes tramos que la componen.

Y de los que en total se conservan poco mas de cuarenta kilómetros perteneciendo su mayor parte a una antigua linea férrea cuyo trayecto arrancaba en Bélgica y se adentraba en territorio de la actual Alemania. Una linea férrea cuya construicción data de 1885.




Aunque su época de mayor actividad se registra durante la primera mitad del del Siglo XX hasta finalizada la segunda guerra mundial que es cuando las reservas de carbón que se transportaban entre las ciudades de  Aquisgrán (Alemania) a Troisverges en Luxemburgo menguan cosiderablemente.



UNA FRONTERA QUE NO PERTENECE A NADIE

Por lo que a lo largo de los siguientes 50 años se trato de reflotar como linea regular de pasajeros hasta que finalmente dejo de operar a comienzos de este siglo, permaneciendo en desuso hasta que en 2015.

Y cuando buena parte de su linea iba a ser dinamitada una iniciativa ciudadana propuso convertirla parcialmente en una vía verde cuyo trayecto permitiera a sus visitantes atravesar los muchos tesoros naturales que componen  sus parajes.

Cuyas veredas pobladas por coniferas acompañan a los usuarios la mayor parte de una excursión que se realiza, tanto circulando sobre sobre asfalto como completando algunos tramos que se optaron en dejar como pistas.

Aunque de las antiguas estaciones donde las locomotoras de vapor realizaban sus periodicas paradas técnicas apenas quedan rastro, si el viajero que llevado por su curiosidad desee conocer algunas de las historias relacionada con los avatares de la construcción de la linea.

Tiene a su disposición unos paneles informativos a través de los que se relatan sus efemerides mas importantes, suponiendo su trayecto una excelente oportunidad de disfrutar de una combinación de naturaleza e historia, aparte de poder compartir con los demás usuarios las viandas en unos merenderos cuyos diseños están inspirados en las instalaciones ferroviarias que a lo largo de mas de un siglo prestaron servicio.
  
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La vieja linea ferroviaria de Vennbah reconvertida en carril bici aparte de ofrecernos la oportunidad de recorrer alguno de los paisajes mas espectaculares del centro  de Europa nos permite conocer su historia en contacto con la naturaleza.